domingo, 10 de marzo de 2013

El Reino de Dios


 Por Daniel Medina
Cada domingo, en infinidad de iglesias evangélicas es común que el predicador utilice el termino de “el Reino de Dios”, sin embargo, también es común que no se llegue a una conceptualización correcta acerca de estas palabras que se convirtieron en el común denominador de la predicación del Señor Jesús,  mientras desarrollo su ministerio en la Tierra. Es de trascendencia tener todos los elementos que giran alrededor de este término, para llegar a una comprensión de ello, donde sin lugar a dudas, podremos asimilar el mensaje central de Jesús. Pero, ¿a que se refería Jesús cuando hablaba del Reino de Dios? Veamos algunos aspectos importantes.


·         LAS PARÁBOLAS EN LOS RELATOS DE JESUS: SU PREDICACIÓN.
Desde tiempos ancestrales la cultura judía disfruta de oír historias. Jesús uso pasajes del Antiguo Testamento para incluirlas en sus parábolas. Al día de hoy es fácil encontrar a personas en el medio oriente contando historias mientras la gente se acumula alrededor de ellos para oírlos.

“La parábola es un método llamativo de enseñanza indirecta que provoca el pensamiento; es de fácil asimilación y las aplicaciones hechas por el oyente resultan inolvidables. El fin de Jesús no es esconder un mensaje detrás de las parábolas, sino revelarlo (Mr. 4:33), pero dichos misterios solo puede percibirse cuando la mente esta abierta hacia Dios. (Mt. 11:25). Siempre en la parábola ha un elemento sorpresivo y novedoso que llama a la reflexión e inspira la decisión” (Nelson, p.486). 
Es importante hacer la diferencia entre la parábola y las fabulas; en las segundas se utilizan animales como protagonistas de las historias y su propósito y mensaje esta delimitado por enseñanzas meramente morales; por otro lado, las parábolas son historias con elementos fácilmente reconocibles por la audiencia, cosas con las que se tiene contacto físicamente muy a menudo y su mensaje contiene una enseñanza espiritual. Este mensaje iba enfocado a la predicación del Reino de Dios o de los cielos (en el caso exclusivo de Mateo). Las parábolas de Jesús no solo muestran su extraordinaria creatividad en la enseñanza, sino que construye un permanente desafío a los deberes éticos y cristianos para los hombres de todos los tiempos.

A pesar de utilizar elementos que fácilmente reconocían en sus parábolas, Jesús no conto el significado de todas las parábolas, esto se le llamaba “palabra dura” o “enigma”, cuando los oyentes oían la resolución de los enigmas se alegraban y asombraban. Jesús solo en dos parábolas dio la explicación: en la parábola del sembrador y la del trigo y la cizaña; el resto era para que se descubriera por los propios oyentes.

Jesús en sus relatos, tenía e imprimía gran imaginación pero jamás uso cosas fantasiosas o sobrenaturales en las parábolas. Mas bien, usaba elementos ordinarios y familiares.
Después de leer lo anterior, es interesante hacernos la siguiente pregunta: ¿Por qué no todos los oyentes entendieron los mensajes de Jesús? Los misterios del reino fueron presentados en parábolas. Les fue revelado los misterios del reino a medida que obedecían al Señor Jesús. Las aprendían en el vivir cristiano; lo aplicaron y entendieron en tres formas principales.
1)    Dios obra de forma inesperada, sorprendente y difícil de predecir. Silencioso como la semilla del sembrador, creciendo de día y noche.
2)    Acepta a toda clase de personas. Todos son invitados. Las aceptan o rechazan.
3)    En el Reino todo es diferente. No aplica leyes lógicas y de razonamiento cognitivo, p. ej. Los postreros serán los primeros y los primeros postreros. 

·         EL REINO DE DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
En los textos canónicos del Antiguo Testamento no se encuentra el termino Reino de Dios. Sin embargo, Dios se presenta como Rey, Rey de Israel (Nm. 23:21; Is. 43.15) y de todo el mundo (Sal. 24; 47:8; 103:19); su reinado es eterno (Sal. 29:10). Este reinado dista de un reino político y terrenal sobre su creación. Los profetas posteriores a la monarquía israelita (que duro 4 siglos) anunciaron un gran reinado futuro, el momento de la llegada del mesías quien reinaría sobre todo el mundo (Is. 2:1-4; Mi. 4:1-3). Este Reino se establecería en el Día del Señor (Jl. 2:28) que juzgaría a las naciones y salvaría a su pueblo universal, crearía nuevos cielos y nueva tierra. Esto en señal contundente de victoria final de Dios.

·         LITERATURA INTERTESTAMENTARIA.
En este periodo que abarca un lapso de tiempo de aproximadamente 400 año en los cuales Dios no trajo palabra a través de ningún hombre o profeta; sin embargo, surgió un marcado mesianismo proclamando un Reinado a Israel. La forma de este reinado seria por medo de un reinado político y militar, en los tiempos de Jesús, los zelotes tenia estas esperanzas. Del 200 a.C. al 100 d.C. se llega a la idea de que el reino de Dos es la irrupción de forma cataclísmica, semejante a la perspectiva apocalíptica sobre la Tierra. Un tiempo donde los justos son premiados y los malos juzgados. Jesús predicó esto ultimo, pero discrepaba en la practica de cálculos del tiempo del fin, juegos de números, viajes celestiales y revelaciones del cielo y del infierno.

·         EN REINO DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO.
Ø  Juan el Bautista.
El predicó arrepentimiento porque el Reino de Dios se haba acercado (Mt. 3:2). El ser israelita no aseguraba la entrada al Reino de Dios, era necesario acompañarlas con obras de arrepentimiento, sin embargo es probable que Juan el Bautista, le mirara como un reino político  y militar, y cuando ése observaba que este reino no aparecía, mando a preguntarle con sus discípulos si el era quien esperaban  (Mt. 11:2), a lo que Jesús contesta que sus milagros verificaban la presencia del Reino de Dios (a enfermos, la resurrección de los muertos, la predicación del evangelio a los pobres (Mt. 11:4). El Reino de Dios no era político, literal o terrenal, pero era demostrativo hacia una restauración total.

Ø  En la predicación de Jesús.
En los cuatro evangelios, se menciona el Reino de Dios, sin embargo, solo Mateo lo presenta como el Reino de los Cielos en 33 ocasiones y en 4 se refiere al Reino de Dios. En general es la misma realidad. Mateo se reserva el uso de “Dios” por el hecho de escribir su evangelio a los judíos. Así mismo, se menciona el reino del padre y pocas veces solo “el Reino”. El Reino es del Hijo del Hombre. Conceptualmente a la luz de los evangelios se dificulta definir el Reino de Dios. Cuatro son los contextos diferentes que lo muestra:
1.    Autoridad real o el poder de reinar.
2.    El Reino es algo presente, como un poder dinámico que actúa entre los hombres.
3.    El Reino es una esfera en la cual los hombres entran.
4.    El Reino es algo del futuro, escatológico y apocalíptico.
Estos cuatro contextos, sin embargo convergen en una armonía para establecer una concepción total acerca del Reino.
Jesús con su llegada a la Tierra inauguro el reino, sin llevarlo a su consumación. Por lo anterior, se puede decir que el Reino de Dios es el mismo poder dinámico de Jesús, con el fin de devolver a su dueño los que estaban bajo la autoridad de Satanás y del pecado.
No perdamos de vista, que el Reino es un tema centra en la predicación de Jesús. Sobra con repasar algunos pasajes importantes: Mt. 4:23, 5:3, 10, 19; 6:33; 9:35; 10:7; 11:12; 12:28; 19:12; Mc. 1:15, etc.

·         EL REINO DE DIOS EN LA IGLESIA PRIMITIVA.
Después de Jesús, el Reino de Dios pasa a ser un tema margina en el resto del Nuevo Testamento, mas bien se recalca la iglesia. Es no significa un poco importancia al el Reino, sino a la labro de traducción realizada por los predicadores, una vez que el mensaje evangélico alcanzara a las masa de habla griega, expresiones como Hijo de Hombre y el Reino de Dios, muy propias de los palestinos causaba malos entendidos entre los gentiles por lo que se tuvieron que ser reemplazadas. 
En los Hch. La iglesia predica el Reino de Dios como realidad presente y futura (concepto dinámico). Pablo y Juan usan la justicia de Dios o de la vida, teniendo y comprendiendo la significancia del Reino de Dios.

·         EL REINO DE DIOS PARA LA IGLESIA CONTEMPORANEA DEL S. XXI.
La iglesia de hoy, requiere revalorar el Reino de Dios en su predicación y en su vida práctica. Esta lejos del sermón dominical, meramente conceptual.  No ha de confundirse de ninguna manera a la iglesia como el Reino de Dios para el mundo actual; la Iglesia no es el Reino. Cuando una persona se somete a la autoridad de Dios en el reino, llega a ser hijo del reino y forma parte del pueblo de Dios. Los súbditos del reino forman la iglesia, no puede ser identificados con el reino en su totalidad. El reino crea la iglesia, la cual a su vez predica el evangelio del reino; de tal modo que la iglesia es el instrumento y custodio del reino en la tierra. El reino es la esfera de la salvación; la iglesia la esfera de comunión, del testimonio y del goce de las bendiciones del reino. Por ello también para que el Reino de Dios se establezca,  requiere de parte del hombre que se arrepienta – cambiar de mentalidad- y creer las Buenas Noticias (Mc. 1:15, a la luz de Is. 61:1). 
Es aquí donde la iglesia debe de enfatizar su predicación, si en una salvación que vine  del Padre a través del sacrificio de Jesús, pero también en la proclamación de la entrega total de toda la voluntad del ser humano a Dios, en donde éste adquiera la voluntad del creyente en todas y cada una de las áreas de su vida. Si no se llega a esta etapa del cristianismo personal, la iglesia no está estableciendo en reino en la tierra y queda lejos de la esencia de la predicación de Jesús.

Es curioso notar la diferencia que para el oriental la palabra malkuta, en heb. Reino o reinado, tiene un sentido distinto al de la palabra “reino” para el occidental. Malkuta no designa un territorio, sino mas bien el poderío de un rey; sino mas bien algo concreto que se esta realizando continuamente, por ello, el reino de Dios no es ni un concepto espacial ni un concepto estático, sino un concepto dinámico.

También podemos llegar a describir el reino de Dios como: <<la iniciativa libre y amorosa de salvación con la que Dios irrumpe en la Historia de la humanidad caída para levantar al hombre de su estado de esclavitud y curarle de las heridas que el pecado le había infligido. >> . De esta manera Dios despierta, ilumina, llama la atención del hombre y exige que éste se someta a la voluntad divina, porque solo de esta manera le hombre se puede realizar plenamente. Pues un rey solo reina de veras cuando su voluntad se cumple mediante la obediencia de sus súbditos.

La Iglesia (comunidad de fe) contemporánea requiere revalorar a El Reino de Dios y entender lo que Jesús decía a través de las parábolas. El quiere establecer su voluntad en todas las personas, quiere reinar en la totalidad de los corazones a través de la obediencia y sumisión a El. Así mismo, Jesús tiene autoridad como Hijo de Dios, mostró su autoridad en cada milagro hasta la resurrección y triunfo sobre la muerte, de la misma manera, el cristiano como hijo de Dios también es coparticipe en la autoridad ahora a través del Espíritu Santo que mora en cada creyente. Pero también tenemos una esperanza futura de restauración de todas las cosas, el establecimiento en plenitud del Reino de Dios sobre todos los corazones y naciones. Es una esperanza que nos mantiene en la vida cristiana. Esto es lo que pudiéramos llamar la Segunda Venida de Jesús. La Parusía.

El Reino de Dios es aquí y ahora, diariamente. Por ello Jesús dijo que este Reino “se había acercado” representa el ofrecimiento de Dios que obliga, para la decisión, misma que el hombre toma libremente. Y tu, ¿Qué tan cerca estas del Reino de Dios?

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